domingo, 29 de junio de 2014

DIMENSIÓN SOCIAL DE LA EVANGELIZACIÓN

La Doctrina Social de la Iglesia(DSI) es el conjunto de enseñanzas que ésta ofrece sobre la relación entre el mensaje evangélico y la organización de la convivencia social. Dichas enseñanzas se encuentran principalmente en los documentos del Magisterio eclesiástico (es decir del Papa y los obispos) sobre la materia. La DSI hunde sus raíces en las Sagradas Escrituras, ya desde el Antiguo Testamento, y se encuentra progresivamente desarrollada en las enseñanzas de los así llamados Padres de la Iglesia (de la antigüedad cristiana) y en los tratados de los teólogos. De particular interés en este campo son las encíclicas sociales de los Papas, a partir de la Rerum Novarum (15.5.1891) de León XIII, que marca el iniciooficial de la DSI. La última ha sidoCaritas in Veritate (El Amor en la Verdad), publicada por Benedicto XVI en 2009. Un tema fundamental de la DSI es el referente al lugar de ésta en la misión de la Iglesia.Pudiera formularse mediante estapregunta ¿Qué tiene que ver lo social –como enseñanza y práctica- condicha misión? Trataré de exponer la cuestión en forma sintética. La misión de la Iglesia es la evangelización, tarea encomendada por el Señor Jesucristo como objetivo fundamental. Ahora bien, para entender esa tarea es preciso explicitar los objetivos específicos de la evangelización. ¿Cuáles son estos objetivos primarios? Pueden concretarse en seis: 1) proclamar lo esencial de la Buena Nueva (primer anuncio);2) formar en la fe a los creyentes (catequesis); 3) celebrar la fe en el culto y la oración (liturgia); 4) organizar la comunidad creyente (comunidad visible); 5) poner en práctica el “mandamiento nuevo” del Señor en la convivencia social (nueva sociedad); y dialogar con quienes no participan de la fe hacia la fraternidad y la paz y una creciente unidad (diálogo). Estos objetivos específicos tienen una estrecha interrelación y por eso pueden considerarsedimensionesde un mismo quehacer y representarse gráficamente como seis lados de una pirámide invertida, que sería la evangelización. Lo anterior quiere decir que la Iglesia no cumple su misión de modo integral, completo, si ella (comunidad ymiembros) no contribuye activamente en la edificación de una convivencia justa, libre, solidaria, participativa, pacífica, con atención especial al prójimomás débil y necesitado. Por ello el compromiso social es imperativo para los cristianos y la Iglesia toda. Pensemos, por ejemplo, en la práctica, defensa y promoción de los Derechos Humanos. Lo social es una dimensión de la evangelización. Por tanto, contribuir a la construcción de una nueva sociedad constituye una obligación para todos y cada uno de los cristianos y la Iglesia que integran.

viernes, 6 de junio de 2014

COMUNICACIÓN PRIVATIZADA

Utilizo el término “comunicación privatizada” para designar la utilización de los Medios de Comunicación del Estado como monopolio, hegemonía, del Gobierno y del oficialismo en general. El punto de partida de estas reflexiones es un principio básico, a saber, que los Medios de Comunicacional Social (MCS) del Estado son de éste, es decir, de la República, del pueblo venezolano en su conjunto y no de una parcialidad determinada, sea el Gobierno o no. Tradicionalmente la interpretación en este punto ha sido distinta. Se han entendido esos MCS como propiedad gubernamental, para su uso discrecional. En el “período democrático”, con todo, el uso de los mismos tuvo cierta flexibilidad, pero no llegó al “deber ser”, de acuerdo a los valores obligantes para el Estado según establecía la Constitución.Actualmente la práctica en este campo es palmariamente contraria a los Principios Fundamentalesde la Carta Magna vigente, la cual destaca, entre otros, “los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”(Art.2). Ya en los tiempos de la primera presidencia de Carlos André Pérez se quiso abrir una brecha positiva con un proyecto que buscaba hacer realidad la condición de los MCS como “servicio público”. En él jugó un papel de primer plano Antonio Pasquali –quien no necesita presentación- y yo pude participar. El proyecto se quedó en buenos deseos. Demasiados intereses trabajaron en contra. Las prioridades nacionales iban en otra dirección. A buen número de años y en medio de una realidad que hace todavía más urgente la necesidad de un cambio en lo comunicacional, el tema de la naturaleza y sentido de los MCS del Estado –no entro en el drama de los no oficiales, tan perseguidos-tiene que resurgir con particular intensidad. El control (manejo y utilización) de los MCS del Estado debe pasar de las actuales manos que los han privatizado (Gobierno y oficialismo en general) a una autoridad más comprehensiva, en la línea de la identidad pluralista del Estado venezolano según nuestraConstitución. A no pocos les resultará extraña, chocante, ilusoria, cuando no “oposicionista”, esta exigencia.Se trata, sin embargo, de algo connatural en el marco de un Estado democrático y de una Constitucióncomo la nuestra, que no por ser cotidianamente violada, debe ser menos obligante. Quisiera ver esta cuestión sobre el tapete del “Diálogo” en curso y como tema vivo en el intercambio y la discusión no sólo de los partidos políticos, sino de las instituciones y organizaciones de la sociedad civil. Este tema no se puede considerar como “uno entre otros”. Es en efecto clave para el presente y el futuro de nuestra República democrática. Esto en una etapa histórico-cultural, que se define como “sociedad de la información” o cosas por el estilo, cobra relieve y urgencia especiales. Se trata de una verdadera prioridad. Se da una grave incoherencia entre la afirmación del Estado venezolano como “democrático y social de Derecho y de Justicia” y el manejo de los MCS de ese mismo Estado en una línea hegemónica, parcializada, uniformizante, más aún, excluyente y represiva. Sería bueno manejar como “lema” en reuniones y manifestaciones, así como en encuentros, conversaciones y diálogos públicos, el siguiente: “Los MCS del Estado son de todos los venezolanos”. (Esto, de verdad, y no como el lema de “PDVSA es de todos los venezolanos”, cuando al mismo tiempo se la proclama que es roja-rojita). Terminemos con la “privatización” de la comunicación social estatal.