En documento del 12 de Enero 2015 la Conferencia Episcopal
Venezolana expresó a propósito de la grave situación del país: “El mayor
problema y la causa de esta crisis
general, como hemos señalado en otras ocasiones, es la decisión del
Gobierno Nacional y de los otros órganos del Poder Público de imponer un
sistema político-económico de corte socialista marxista o comunista” (Exhortación
Pastoral Renovación ética y espiritual
frente a la crisis, 6)
Y añadió allí mismo lo siguiente: “Este sistema es
totalitario y centralista, establece el control del Estado sobre todos los
aspectos de la vida de los ciudadanos y de las instituciones públicas y
privadas. Además, atenta contra la libertad y los derechos de las personas y asociaciones
y ha conducido a la opresión y a la ruina a todos los países donde se ha
aplicado”. El documento señala de inmediato (No. 7) algunos hechos que
evidencian la decisión oficial de imponer un tal sistema
De este juicio, bien serio, quisiera subrayar algunos puntos:
1.
Entre
los muchos problemas y las múltiples
causas de la crisis los obispos identifican el “mayor problema” y “la causa”
(principal).
2.
Califican
el sistema político-económico, que se trata de imponer, como “totalitario y
centralista” (no ya sólo como semidemocrático,
autocrático, tiránico, dictatorial).
3.
Es
un sistema cuya aplicación ha producido opresión y ruina donde se ha aplicado.
4.
Este
juicio no es novedoso pues los Obispos lo han emitido anteriormente.
En el presente artículo me limitaré a mostrar
la validez de esta última afirmación, citando documentos de los últimos años,
en que el Episcopado se ha referido al Socialismo
del Siglo XXI y ulteriormente al Plan
de la Patria-.
- Pensamientos de paz y no de aflicción
(12 Julio 2006).
- Tiempo de diálogo para construir juntos (13
Enero 2007).
- Sobre la propuesta de reforma constitucional
(19 Octubre 2007)
- Democracia y participación: compromiso de
todos (12 Julio 2010).
- Anhelos de unión, justicia, libertad y paz
para Venezuela (11 Enero 2011).
- Compartimos el consuelo que recibimos de
Dios (11 Julio 2014).
De estos
documentos llamo la atención ahora sobre el publicado con ocasión de la propuesta de reforma constitucional en
2007, la cual, por cierto, a pesar de haber sido rechazada por la ciudadanía,
se la sigue aplicando. En esa oportunidad el Episcopado precisó: “la
proposición de un Estado socialista es
contraria a principios fundamentales de la actual Constitución y a una recta concepción
del Estado” y “moralmente inaceptable a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia”.
En 2014 el
Episcopado ratificó su posición a propósito de la aprobación del así llamado Plan de la Patria.
La voluntad
de imponer el “socialismo” de corte marxista, comunista, totalitario, no es,
pues, un problema y una causa de la grave crisis nacional. Es mucho más: el
Problema y la Causa, así, con mayúscula.
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