miércoles, 8 de febrero de 2017

ANTE UN CAMBIO DE GOBIERNO



Los Obispos venezolanos afirman “que el pueblo clama por un cambio profundo de la orientación política del país que sea producto de la decisión del pueblo soberano (CRBV 5)”.
Esto leemos en la exhortación pastoral  de la Conferencia Episcopal del  13 de enero pasado, Jesucristo luz y camino para Venezuela. Reproduce, por cierto, lo declarado en el Mensaje de la Asamblea Conjunta de Obispos y Laicos tenida pocos días antes. 
Cuando los Obispos  hablan de un “cambio profundo “,  tienen en mente y  recuerdan de nuevo la causa fundamental  de la gravísima crisis nacional: “el empeño del Gobierno de imponer el sistema totalitario recogido en el Plan de la Patria (llamado Socialismo del Siglo XXI)”.
Todo cambio implica un punto de partida y otro de llegada. Este último, en el presente  caso, no es estático sino dinámico, generador. A continuación expondré sintéticamente, a manera de “decálogo”, algunas características de la Venezuela deseable y -debe decirse también- obligante. Ahora bien, al referirme a lo que debe ser  y hacer un nuevo Gobierno, lo entiendo no en sentido excluyente como  Ejecutivo, sino en el tejido del Poder Público y en el marco de la participación, corresponsabilidad y protagonismo que en algún modo  toca ejercer a todos  los ciudadanos.
Así pues, el nuevo Gobierno debe:    
  1. Garantizar la vida, la seguridad y la tranquilidad de la población, su  alimentación y salud básicas, con atención especial a los más necesitados (CRBV 43-55.83.86).
  2. Restablecer el estado de derecho y para ello una verdadera independencia de poderes (CRBV 136).
  3. Actuar políticas económicas que promuevan  la producción y el libre emprendimiento realizados con amplia participación, responsabilidad social y  solidaridad; y en esta misma línea, la libre asociación de los trabajadores (CRBV 112).
  4. Actuar una política petrolera eficiente, orientada  a la superación del modelo rentista y  a la diversificación de la economía, cuidando con esmero del ambiente; lo cual vale también y de modo peculiar en lo referente a la minería (CRBV 127).
  5. Garantizar el pleno ejercicio del pluralismo democrático (CRBV 2.6).
  6. Promover una educación de calidad humana y científico-técnica, ajustándose a las necesidades del país y al pluralismo cultural, teniendo en cuenta a los diversos actores educativos así como atendiendo debidamente a los docentes (CRBV 102-104).
  7. Garantizar la libertad de información y comunicación en perspectiva de responsabilidad social y convertir los medios  del Estado en genuino servicio público, con administración especial y apertura pluralista (CRBV 6.57-58).
  8. Actuar la descentralización, regionalización y municipalización del poder público, propiciando en forma efectiva la participación de la sociedad civil y aplicando el principio de subsidiaridad (CRBV 4.6).
  9. Restablecer la Fuerza Armada como institución sin militancia política  al servicio de la nación según lo establecido por  la Constitución (CRBV 328.330).
  10. Promover la elevación moral y espiritual de los venezolanos  retomando la educación moral y cívica, así como abriendo espacio de nuevo a la  educación religiosa escolar  (CRBV 59).
Las citas hechas de la Constitución son ilustrativas, como primera y fácil referencia. Propósito de este “decálogo” es estimular la formulación –que estimo urgente- de objetivos claros, precisos y comprensibles por todos, de lo que nuestro país necesita para recomponer su marcha y edificar el futuro que se merece. Complejos y extensos desarrollos quedan para técnicos y especialistas.
Al tocar lo que corresponde hacer al Gobierno  y los derechos ciudadanos  resulta imprescindible no aislarlos de los deberes ciudadanos. Una “nueva sociedad” implica el protagonismo corresponsable de todos los miembros de la “polis”. El exigir al prójimo y a la nación debe acompañarse del servirle a ellos.   
No carece totalmente de fundamento la afirmación de que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. 
Venezuela postula un nuevo Gobierno hacia un país renovado.


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