18.11.10
¿QUE BUSCA LA IGLESIA?
Ovidio Pérez Morales
Esta pregunta, puesta a la Iglesia en general, se podría responder lacónicamente con las últimas líneas del evangelio de Mateo (28,19-20). Allí, de modo sintético, se narra la misión que Jesús encomienda a los once discípulos, antes de dejar visiblemente este mundo.
Esa misión recibe el nombre de evangelización, la cual comprende desde el primer anuncio de la Buena Nueva hasta el diálogo con otros creyentes y también con los no creyentes, pasando por diversas tareas que despliegan el ser y quehacer de la Iglesia, hasta el retorno glorioso de Jesucristo.
La Iglesia en nuestro país ha tratado de concretar el cumplimiento de su misión en las coordenadas del presente nacional y sus perspectivas. Para ello congregó el Concilio Plenario de Venezuela (CPV), cuya solemne inauguración llegará al décimo aniversario el próximo viernes 26.
Dicho Concilio congregó, junto al Episcopado patrio, unas doscientas personas más, representantes de los distintos sectores de nuestra Iglesia (laicado, ministerio ordenado, vida consagrada), provenientes de los más diversos puntos de la geografía nacional.
Cuatro años duró la celebración del Concilio (2000-2006); del mismo salieron dieciséis documentos, elaborados según la metodología de ver-juzgar-actuar, y correspondientes a los distintos objetivos o dimensiones de la misión de la Iglesia.
La Conferencia Episcopal Venezolano acaba de subrayar la importancia del Concilio Plenario en su carta pastoral Sobre el Bicentenario de la Declaración de Independencia. Allí, luego de renovar el compromiso de la Iglesia “con la marcha actual y futura de la nación en la perspectiva de un desarrollo integral y de un genuino humanismo cristiano”, expresa que el CPV constituye “el fundamento de un proyecto evangelizador pastoral de gran alcance” para la renovación de la Iglesia “en función de un mejor servicio a nuestro pueblo”.
El corpus conciliar traza orientaciones y establece normas orientadas a que la Iglesia sea, en Cristo, cada vez más y mejor, signo e instrumento de la unidad (comunión) de los venezolanos con Dios y entre sí. En este sentido se propone impulsar una Iglesia más profética y santa, más solidaria y participativa, más inculturada y dialogante.
Entre las cosas particularmente significativas, el Concilio enfatiza: la fe como encuentro personal con Cristo, el carácter misionero de la Iglesia y de cada uno de sus miembros, la formación de la fe como proceso hacia una adultez cristiana, el protagonismo de los laicos, la inculturación del evangelio, la índole servicial del ministerio pastoral o jerárquico, el empeño de todos los creyentes en la construcción de una “nueva sociedad”.
Un gran logro del Concilio ha sido el contar con un núcleo referencial o eje vertebrador de todo lo planteado en lo doctrinal y lo práctico; es lo que se formuló como línea teológico-pastoral. A tal efecto asumió la categoría de comunión como noción armonizadora del conjunto de lo que se cree y se debe actuar. La comunión tiene su raíz, fuente y sentido en Dios mismo, que es único en trinidad (relación, compartir interpersonal).
¿Qué busca la Iglesia en Venezuela? Lo que ha precisado el Concilio Plenario. Esto explica por qué en la citada carta del Bicentenario, el Episcopado nacional dijo, refiriéndose al CPV: “Urge, por consiguiente, su puesta en práctica, decidida y responsable, a lo ancho y largo del país”.
viernes, 19 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
La “Cruz Trinitaria” es la cruz dentro de un triángulo equilátero. El dibujarla y el signarse con ella brotaron de u...
-
SÍMBOLO MÁXIMO DE NUESTRA FE: TRINITARIA-CRISTOLÓGICA Este dibujo simboliza el misterio central de nuestra fe, TRINITARIA-CRISTOLÓGI...
-
De ordinario tendemos a vivir nuestra espiritualidad en un marco reflexivo limitado y referido a un relacionamiento con Dios ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario